Remember me - Recuérdame
Antes de iniciar es mi deseo aclarar a los queridos lectores; que no realizaré una crítica
sino una reflexión basada en la película y
tomaré enseñanzas junto a entretelones de la vida misma. Esta vida que
me ha obsequiado enseñanzas las cuales yo complacida he asimilado aunque admito
que en ocasiones varias no de muy buena gana.
El día de hoy quizá por accidente, digo esto porque aprendí a comprender que los accidentes no
existen, así también a comprender que la casualidad tampoco sino que la
CAUSALIDAD aflora en todo. Es la ley del UNIVERSO y ¡hay que respetarla! Deepak
Chopra y otros estudiosos avalan que si se conocen esas leyes lo mejor que uno
puede hacer es cumplirlas, allí entra otra ley, la de la “no resistencia”
También aprendí en mi montaña que el azar favorece a las
mentes preparadas, y que la suerte es en realidad un camino de siembra. Aprendí
todo esto y mucho más sobre la vida en los últimos 4 años. Creo, que de mi
parte: del 2010 para este tiempo en mi vida equivale en realidad a 10 años de
crecimiento personal interior y no como la cronología podría indicar que
solamente han pasado 4 años.
Como inicié el encabezado “quizá porque era el momento”: sin
saberlo… abrí el reproductor de video y seleccioné al “azar” una película.
El poster de esta “Remember me” he visto en innumerables lugares,
me llamó la atención el título más no causó curiosidad en dicho momento.
Hoy sin saber de qué se trataba, inicié el recorrido de una
hora con cincuenta y dos minutos.
Grande fue la sorpresa al tener conciencia “dándome cuenta”
que la vida parece acontecer entre situaciones paralelas, que vidas o
resultados en algún momento sin saber ni cómo ni cuándo se encuentran. Y sin
darnos cuenta ese momento “mágico”, “por alquimia” el “salto cuántico” ocurre. Y
uno inicia el reconocimiento de su propia vida en forma retrospectiva. Llega el
momento exacto de comprender situaciones pasadas, de digerir nuestra actualidad
pudiendo enderezar la brújula para sortear obstáculos aunque yo diría para
limpiar la visual, logrando ver oportunidades en el mapa y seguir avanzando.
En relación a la
película que inicia con el segmento de una dulce niña jugando con su madre
mientras espera el subte, donde en minutos se arrebata la vida de un ser humano
a sangre fría, el padre de la niña de profesión policía y aspecto frio,
reconoce el cuerpo casi con un rostro inexpresivo, levanta en sus brazos a la
pequeña alejándola entre su consuelo de brazos robustos de allí.
Por otro lado el chico de mirada perdida quizá
sin reconocer su lugar en el mundo porque el suyo se encontraba perdido,
viviendo junto a un amigo universitario, que se idealizaba como profesional y
él Tyler quien asistía de oyente a la universidad además de trabajar en una
biblioteca. En noches de amigos, entre cervezas ingresan a un altercado sin ser
llamados quizá por la adrenalina que el momento imprimía a la sangre de los
observadores, terminando tras las rejas por unos minutos hasta que son sacados
de allí. Más adelante se devela que la razón del enojo quizá de la perdida de
brújula de Tyler corresponde a un corazón de sentir dolido.
Sn la vida llega un momento donde se da el primer paso al
vacío con fe, sin ver las gradas en las escaleras.
Otras con el corazón ahogado, muchas
veces en palabras o sentimientos mareados por el vértigo de la vida reprimida o
comprimida en un cuerpo que no encuentra el respiro para el alma, aquella parte
de uno mismo que se alimenta del silencio, que esquiva el ruido para hablarle a
la conciencia de lo que en realidad tiene sentido en la vida. Este camino se
inicia y sin darnos cuenta, entramos en el sendero de la curación del alma: Ni
imaginamos ni sospechamos que el mejor esparadrapo para el alma es la cuota de amor humano (no solamente el amor romántico
logra sanar al alma). La confianza, ese puente invisible que hace oportuno
hablar con los ojos desde el alma, donde una sencilla conversación tiene el
poder de cambiar la vida de uno y de todo un lugar, de una familia y hasta…porque
no… de una comunidad.
Las heridas del alma, tienen un don “ellas poseen la
capacidad de hacernos más humanos, cordiales y agradables” si logramos sanar, nos entrega la oportunidad de practicar el
perdón así como la compasión, la tolerancia, el respeto y por sobre todo
aceptar que somos fuente de amor. Que tenemos una misión en la vida, que es
como un juego pero en realidad solamente vale la pena y cuenta si estamos en la
cancha mojando la camiseta tras nuestros sueños, siendo instrumentos de bien.
Esas heridas del alma se dejan notar si nos escuchamos, por más que la razón de
nuestras lágrimas no comprendamos, ellas desean hablarnos aunque sean derramadas
en silencio y en la oscuridad.
Si una situación de la película rescato es “La cuna familiar”
por ambos lados desmembradas por la pérdida, aunque a su vez tapando el dolor,
o viviendo el duelo con puño cerrado. Y sin darnos cuenta el ser querido y
ausente agrega valor a nuestra vida. Cuánto anhelamos su regreso y fantaseamos
con “si estuviera”. El corazoncito queda dolido, partido en pedacitos donde
solamente los cristales de sal tienen la
posibilidad de curar. El camino a la
curación de ambos personajes centrales se inicio al conocerse, al hablar en
intimidad de corazón a corazón.
Las palabras tienen el poder de curar, el abrazo y amor.
El altruísmo hace milagros
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