sábado, 18 de febrero de 2012

Manejo del tiempo. Tips y Stephen R Covey


¿Has sentido que te encuadras en 4 paredes quedando sin color, que no vives los momentos que deseas?
¿Que la vida pasa y tú con ella, que los amigos se han casado dejándo de disponer minutos para compartir, que vives hastiado en un agrio caldo de estrés?
¿O que te apasiona tus actividades pero sientes que algo falta a tu vida para darle sabor?
¿Sientes que tienes en tu vida a ladronsitos del tiempo, sea en la pc, notebook, en los bolsillos alojados en el celular, en tu día a día y no los sabes enfrentar?

Rescato un momento de la provechosa conferencia de Steven Covey (minuto 11:57)
"Asi que hay que usar la filosofía de las relaciones más que los horarios y organizar toda la vida sobre relaciones de los vínculos con los demás y con uno mismo primero que todo"




Jornada laboral de 9 horas y 5 días por semana (en el mejor de los casos) es lo primero que viene a nuestra mente al escuchar la palabra “trabajo”. ¿Quién dice que esto tenga que ser así necesariamente?
Estos ocho tips para trabajar la mitad y ganar el doble proponen cuestionar las reglas sociales impuestas, que en el caso del trabajo son más endebles que en otros campos, según señala una nota publicada en el diario La Nación bajo la firma de Nicolás Litvinoff.
A continuación, una larga lista de razones derivadas del pensamiento lateral que seguramente encontrará gran resistencia en la mayoría de la gente: señal inequívoca de que estamos ante algo grande.
1) Eliminar la opción jubilatoria.
Aunque cueste creerlo, hoy en día casi todas las personas aún trabajan pensando en la tan ansiada jubilación. Cuando, luego de décadas de sacrificio y privaciones, llega el momento de jubilarse, se dan cuenta que tienen dinero pero son viejos para hacer todo lo que deseaban (en el mejor de los casos) o deben depender de la magra jubilación que les paga el estado y, además se vienen más años de sacrificios y privaciones.
El ejercicio aquí es eliminar la opción jubilatoria de nuestro esquema de posibilidades: vamos a trabajar toda la vida y nunca nos jubilaremos .
Frente a esto, la opción más inteligente es disminuir el ritmo de trabajo a la mitad y disfrutar ahora las cosas que siempre pensamos hacer más adelante.
El objetivo no debe ser tener mucho trabajo sino ganar lo máximo posible empleando el mínimo de esfuerzo
2) Desafiar al sentido común en cuanto a la utilización del tiempo.
El estar ocupado suele tener lo que se llama una “recompensa secreta”: nada puede pedírsele a alguien que “no tiene tiempo para nada”.
Deambular por los pasillos de la empresa apurado con cara de preocupado y varios papeles en la mano otorga la garantía de que esa persona no será molestada ni cuestionada.
Pero estar sobre-ocupado es tan improductivo como la vagancia, aunque con la diferencia de que es mucho menos placentero. La falta de tiempo significa también la falta de prioridades.
Al dejar de idolatrar a aquel que se encuentra constantemente ocupado pensando que “debe ser una persona importante” y entender que el objetivo no es tener mucho trabajo (ni siquiera tener muchos clientes) sino ganar lo máximo posible empleando el mínimo de esfuerzo , es que se accede a una visión totalmente distinta de la realidad y se comienza a operar desde un lugar mucho más provechoso para nuestros intereses e incluso nuestra salud.
3) Ser más efectivo y menos eficiente.
Un vendedor puede ser muy eficiente en el sentido de ver un gran número de clientes por día sin perder tiempo, pero a la vez puede ser poco efectivo en sus ventas. El objetivo principal para trabajar la mitad y ganar el doble es ser más efectivo, y pasar la eficiencia a un segundo plano .
Hacer algo poco importante de manera eficiente no traerá muchas satisfacciones, por más tiempo que nos lleve. Qué hacemos es mucho más importante que la forma en lo que lo hacemos.
El objetivo principal para trabajar la mitad y ganar el doble es ser más efectivo, y pasar la eficiencia a un segundo plano
4) Usar la distribución de Pareto.
Wilfredo Pareto fue un prestigioso economista y sociólogo que vivió entre 1848 y 1923, y su contribución a la ciencia se conoce hoy como “La distribución de Pareto” (popularmente conocida como la regla 80/20).
La regla 80/20 nació como una forma de explicar las razones por las cuales el 80% de la riqueza del mundo era producida y poseída por el 20% de la población mundial, pero luego se descubrió que podía aplicarse la misma proporción a una lista importante de sucesos, como por ejemplo:
El 80% de los beneficios de una empresa proviene del 20% de sus productos y clientes.
El 80% de las ganancias en la bolsa corresponde al 20% de los inversores que invierten en ella.
Y, lo más importante, el 80% de nuestros resultados laborales son producto del 20% de la utilización de nuestro tiempo.
Sabiendo esto, cabe preguntarse: ¿conviene invertir el 80% de nuestro tiempo para lograr un 20% adicional de resultados?
El objetivo pasa por detectar cuál es ese 20% de nuestro esfuerzo que es realmente productivo para potenciarlo y con ello duplicar nuestros ingresos reduciendo a menos de la mitad el tiempo empleado.
5) Romper con la rutina de 10 a 18.
La jornada laboral en nuestro país suele extenderse, en general, entre las 10 y las 18 horas, es algo que está establecido de esa manera y que, parece, no debe ser cuestionado.
Aquellos empleados en relación de dependencia saben que muchas veces terminan trabajando la mitad de ese tiempo, y el resto es casi totalmente improductivo.
De la misma manera, muchos emprendedores o empresarios que trabajan por su cuenta han trabajado alguna vez en una empresa, y por lo tanto implementan para su vida laboral el mismo esquema.
Para poder trabajar la mitad y ganar el doble, o debemos trabajar por nuestra cuenta o bien negociar con nuestro jefe la posibilidad de trabajar en forma remota
El hecho de que nuestra mente sepa que tiene 9 horas para cumplir con las obligaciones de ese día hace que se trabaje a ese ritmo, y una prueba de ello es que cuando debemos trabajar media jornada o irnos antes por algún tema personal (ejemplo: ir al dentista) solemos cumplir con nuestras obligaciones en mucho menos tiempo que lo habitual.
Si trabajamos medio día, tal vez, al principio nos cueste un poco habituarse al cambio, pero luego nuestra mente entenderá que el tiempo límite para terminar la jornada diaria comenzada a las 10 horas son las 14 horas, y nos adecuaremos a ello trabajando la mitad de tiempo sin perder efectividad.
6) Libertad, movilidad y automatización.
Para poder trabajar la mitad y ganar el doble, primero debemos o bien trabajar por nuestra cuenta o bien negociar con nuestro jefe la posibilidad de trabajar en forma remota, desde nuestras casas o el lugar que queramos, incrementando nuestra productividad (ver las estadísticas de la conclusión al final de la nota).
La movilidad es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida, e Internet es un gran aliado en esta cruzada. El siguiente paso es la automatización de los procesos, de manera tal que nos vaya liberando tiempo para disfrutar más del tiempo libre, a la vez que nos volvemos cada vez más productivos.
7) Analizar escenarios de mínima y máxima.
Para aquellos que lograron el objetivo de trabajar por su cuenta o hacerlo remotamente, viene el siguiente paso. ¿Qué pasaría si deciden reducir a la mitad el tiempo que trabajan por día?
Trabajando con el peor escenario posible, el ejercicio es ponderar de
1 a 10 (1 sería quedarse en la calle, 10 que no pase nada) siendo lo más objetivos posible. Hecho el análisis, es probable que las potenciales pérdidas por la reducción de tiempo laboral se sitúen en un 3 o 4.
Luego, hacer lo mismo calificando la mejora en la calidad de vida que ese incremento de tiempo libre traería aparejado: más viajes, estudiar cosas que siempre quisimos, leer, hacer más deporte, etc.
Es muy probable que la influencia de este cambio en la calidad de vida sea un 9 o 10. Es decir, por miedo a un 3 o 4 estamos dejando de lado un 9 o 10.
8) Ponerse metas “ilógicas”.
Según la lógica de la sociedad y el trabajo, la mayoría de los temas aquí tratados no tienen razón de ser.
Hay una frase muy buena al respecto que dice “Hay dos tipos de
personas: las que se adaptan al mundo y las que buscan que el mundo se adapte a ellos”. ¿Cuál de estos dos tipos de personalidades pensás que son los responsables de los progresos de la humanidad?
Proponerse metas “ilógicas” tiene dos ventajas importantes: por un lado, produce una inyección de adrenalina que impulsa a lograr lo que antes parecía imposible y, por otro lado, hay menos competencia.
Una casa, un lindo auto, viajar al caribe, que te asciendan en el trabajo, hacer un posgrado. son solo algunos de los ejemplos para los cuales hay una competencia terrible.
Pero, cuántos somos los que queremos trabajar 4 horas por día y ganar el doble de lo que ganamos y estamos pensando y operando para que ello ocurra? Por algo la más linda de la fiesta termina siempre bailando sola.
CONCLUSION
Cada vez son más las empresas que reconocen que la revolución tecnológica ha pulverizado los esquemas tradicionales, y basta con que la actividad no requiera de forma continua la presencia física del empleado para que la compañía analice las ventajas que este nueva modalidad conlleva.
Se ha comprobado que los empleados en relación de dependencia que trabajan desde su casa aseguran una mayor productividad (y más aún cuando trabajan por objetivos) y el costo del puesto de trabajo se reduce hasta en un 50%, además de ahorrarle a la empresa problemas tales como ausentismo, convivencia entre empleados, etc.
Aprovechar el social histórico que nos toca vivir para reducir el tiempo que pasamos trabajando y aumentar exponencialmente el que dedicamos a realizar nuestros sueños, ahora sabemos que depende de nosotros.
Fuente: GDA/La Nación. http://genteynegocios.elpais.com.uy/ocho-tips-para-trabajar-la-mitad-y-ganar-el-doble

  Stephen R. Covey - Priorizando lo Primero (Habitos Sobre Administracion del Tiempo)


Area 305 - Vive la vida

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