El día domingo 13 de noviembre, tuve el privilegio de escuchar el programa
radial del Sr. Carlos Martini (emitida por Cardinal Romance). El relato del Sr. Carlos trajo a mi
mente el poder de la sensibilidad humana; que llega al alma y enternece al ser humano haciéndolo
sentir el cariño inimaginable e inagotable-único que producen nuestros amiguitos
"las mascotas", estos bellos animales domesticados quienes se convierten en
parte importante de nuestra vida cargando a lo largo de años
un almanaque de sentimientos y anécdotas de calidad perdurable.
La anécdota a la cual se hace referencia: pertenece a una ilustre figura paraguaya fallecida hace pocos
años a quien admiré y admiro mucho...el Sr Augusto Roa Bastos.
(Albi Morales)
El portoncito verde y el perrito Laurel en Augusto Roa Bastos
“Yo era el único amigo que tenía y conversábamos. Yo
incluso le inventé un lenguaje, porque se movía un poco el portoncito,
que tenía un candado, que hacía chirriar la visagra y yo interpretaba
los sonidos como la voz de él”. Quien recuerda los lejanos años de su
infancia en la localidad guaireña de Iturbe en esta emocionada
reconstrucción desde las brumas del ayer de un amiguito imaginario, el
portón de la casa de sus padres, es nada menos que Augusto Roa Bastos,
nacido en Asunción, en plena Villa Morra en 1917 y fallecido también en
Asunción en el 2005.
Este pasaje forma parte del libro Voces del Bicentenario (memorias que no llevan el viento). Entrevistas a Augusto Roa Bastos, José Luís Appleyard y Oscar Ferreiro escrito por el periodista Víctor Barrios Rojas(1932) y presentado el jueves 10 en el auditorio de Radio Caritas 680AM .
Publicado por el FONDEC este texto es más
que recomendable porque incluye un CD con las voces de Roa, Appleyard y
Ferreiro en entrevistas realizadas por el autor. José Luís Appleyard
(1927-1998) y Oscar Ferreiro (1921-2004) fueron dos de los más grandes
poetas paraguayos del siglo pasado y a través de este rescate en la voz
de los tres podemos revivir sus tonos de voz, sus emociones al volver la
vista atrás y compartir con nosotros los caminos que les llevaron a la
creación literaria.
Quisiera en esta columna detenerme en ese
caso que presentamos al principio, el del autor de El Trueno entre las
hojas, Hijo de Hombre o Yo el Supremo, el de la imaginación del niño Roa
Bastos y como esas fantasías de nuestros primeros pasos en la vida
apuntan vivencias que permanecen para siempre.
La familia se Roa Bastos se había
trasladado a Iturbe donde su padre trabajaba en un ingenio azucarero.
Ese portoncito lo tenía habitualmente cerrado el padre de Roa Bastos
para evitar que ese niño travieso saliera sin que se enteraran los
progenitores. Entonces el niño hablaba con el portoncito verde.
“-Bueno, yo quiero salir le decía”
-“No podés. Tu papá te va a castigar”
-“¿Y cómo puedo hacer para salir de todas maneras?”
-“Y solamente si cavás por debajo de la amapola”
Y el niño cavaba túneles.
Y luego está el caso del perrito que le
salvó la vida. Cuenta Roa que le “gustaba recorrer por los bosques y
picadas. Un día, cuando iba por un…tape´poi de los bosques nuestros ví
que mi perrito mío que se llamaba Laurel, perrito chico…paraguayito,
arruinadito, pero muy vivo, pegó un salto sobre algo y luego se
retorció.” Roa agrega que en realidad el perrito le salvó porque como
iba delante suyo a Laurel le atacó una víbora ñanduriré y lo mató.
Y aquí toda una muestra de ternura
infantil, de los días de la inocencia perdida: “Para mí fue una
desolación tremenda la muerte del perrito, por mi culpa, casi. Y le hice
un entierro de primera. Abrí una tumbita ahí, le llené de lofres, le
puse una capa, incluso una tapa de cartón piedra para que no se
humedeciera y una cruz, incluso a un perrito.Lo hice cristiano después
de morir”
El portoncito verde, el perrito Laurel,
las ilusiones de la infancia en la apacible ciudad de Iturbe
permanecieron siempre en Roa.
Pequeñas grandes cosas que alumbran
nuestra vida, allá, desde la niñez que nunca nos abandona. Como canta
Joan Manuel Serrat, esas pequeñas cosas que uno cree que se las llevó el
tiempo y la ausencia…pero siguen al lado nuestro.
Sociólogo, periodista y exprofesor de la Universidad Católica.
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